¿Lo sientes latir?

“Me duele el corazón”, “tengo el corazón roto”, “tu no tienes corazón”. Estas y otras frases parecen mostrar la importancia que este órgano tiene en el inconsciente colectivo y en el manejo emocional de nuestras vidas.

¿Qué condiciones se necesitan entonces desde este punto de vista para tener un corazón sano?. Al parecer los especialistas dicen que el corazón no duele pero uno tiene atribuido a esta parte del cuerpo gran parte de los dolores emocionales. Incluso muchos hemos sentido que el alma duele, con mayor razón nuestro corazoncito.

Esta parte del cuerpo, que pulsa y llena de energía a todo nuestro ser necesita de condiciones para poder hacerlo en forma eficiente y clara para mantenernos sanos y felices o como decimos todos, con el corazón pleno.

El decir lo que sentimos parece ser clave en estos indicios de salud. La gran contención emocional que tenemos los chilenos quizás explique el alto índice de infartos y problemas cardiacos entre tantas otras enfermedades.

No sé porque nos cuesta tanto entender y validar en forma absoluta que las cosas que nos pasan a nivel emocional repercuten directamente a corto, mediano o largo plazo en nuestro cuerpo. Nos cuesta percibirnos como una totalidad en la cual todo afecta al todo.

El reír, el reír mucho, parece ser importante, el visualizar las cosas desde lo positivo y rescatar aprendizajes de los dolores sin duda ayuda a que podamos vivir más sanos y más contentos y nuestro corazón se sienta mejor y porque no decirlo también funcione de mejor forma.

Otros dirán que la alimentación y ciertos hábitos como el cigarrillo y el ejercicio físico parecen ayudar a que también funcione mejor pero si profundizamos un poco en el porqué comemos mal o tanto a veces y porque fumamos y no nos cuidamos como debiéramos, terminamos por concluir que siempre hay razones emocionales que determinan esos malos hábitos.

Nuestro corazón necesita estar pleno para funcionar como debe y por lo tanto todo el manejo emocional que tengamos en nuestra vida determina si o si nuestra salud y por lo tanto la forma de funcionar de este órgano que tanto tiene que ver con la esencia de la vida y con el gran motor de nuestra existencia.

Aprendamos a reír, a decir lo que sentimos, a no guardarnos emociones, a aprender a decir asertivamente lo que nos pasa , a agradecer , a tratarnos bien en lo cotidiano tanto en nuestros hábitos como en la forma de funcionar socialmente. Quizás así tengamos un órgano mas “contento” y mas “dispuesto” a darnos mejor vida.

Los invito a cuidar el lenguaje simbólico de nuestro latir de todos los días, eso que nos hace sentir vivos.. ¡Plenamente vivos!.


Blessings. TC

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